Al igual que el dios de dioses, la energía resplandeciente del oro amarillo renace eternamente en las joyas Bulgari Tubogas. Helios, el sol, eterna energía deificada desde la antigüedad por griegos y romanos, cumple su ciclo de renacimiento al amanecer, y muere al ocaso.
- 16 nuevas creaciones de Bulgari Tubogas reinterpretan los diseños atrevidos de la icónica colección en oro amarillo, para recordar los tonos cálidos de los cielos italianos. El motivo Parentesi, inspirado en los pavimentos romanos, adorna elegantemente la colección.
Tubogas: estética funcional
Tubogas se viste de sus colores naturales: los dorados del sol, probablemente el color de la realeza universal, utilizado solo en objetos dignos de grandeza. Se trata de un homenaje a la herencia de la Maison romana, marcada por el audaz uso del oro amarillo en los años 50, que fue introducido en una época en la que el mundo de la Alta Joyería estaba dominado por el frío resplandor del platino y el Art Déco. Sin embargo, Bvlgari optó por un camino disrruptivo, abrazando el oro amarillo en diseños que resonaban con la calidez del Mediterráneo, estableciendo un legado que ahora se renueva en Tubogas.
La técnica
La técnica Tubogas, inspirada en el sieño del tubo de gas flexible utilizado para transportar gas a presión en la década de 1920, fue pionera en la joyería gracias a su combinación única de funcionalidad y estética. Esta técnica se destacó por su capacidad para integrar sin fisuras las propiedades del metal precioso, reflejando la vanguardia del diseño industrial europeo de la época. Más tarde, en la década de 1970, Tubogas llegó a ser un objeto de culto que representaba la esencia ecléctica del estilo italiano, convirtiéndose en un icono entre coleccionistas y conocedores del mundo de la joyería y la relojería.
Los brazaletes, uno de los elementos más distintivos de la colección, se presentan en interpretaciones que van desde la pureza del diseño original, hasta una versión contemporánea que combina tres tonos de oro, y otra engastada con diamantes. Una elegante gargantilla en Oro Amarillo de 18 quilates permite una adaptación perfecta a la piel.
El uso de gemas de colores en la colección actual contrasta sobre el oro amarillo, como los amaneceres que se tiñen de colores rosas y azules. Tanzanita, rubelita y turmalina verde, cada una engastada en el centro de una malla Tubogas, resplandecen con motivos geométricos que nos recuerdan a la grandeza del Imperio Romano. El renacimiento del Oro Amarillo fusionan la tradición artesanal con un estilo contemporáneo y audaz.