Arnold & Son presenta su nuevo reloj Double Tourbillon White Gold Charoite Edition, una creación inédita que destaca por el uso de materiales raros y poco convencionales en el mundo de la relojería. Este modelo combina la majestuosa charoita, una piedra de tonos malva y veteados blancos, con el oro blanco de la caja y los puentes esqueletizados. El resultado es un reloj de una belleza única, acentuada por subesferas de ópalo blanco que aportan un toque inmaculado y refinado.
La elección de la charoita no es casual, pues esta piedra, rara y compleja, está compuesta por una mezcla de minerales que incluyen aluminio, hierro y bario, lo que le confiere su apariencia texturizada y cambiante. Al igual que el lapislázuli, su particularidad visual se debe a la combinación exuberante de diferentes elementos. Arnold & Son ha logrado cortar y pulir la charoita de manera precisa para que revele su esplendor en la superficie de la esfera del Double Tourbillon, creando un juego de luces entre el malva y el blanco que da vida a la pieza.
La dualidad del tiempo
Inspirado en la búsqueda de precisión de John Arnold, el Double Tourbillon White Gold se basa en el concepto de dualidad temporal. Este reloj permite la indicación de dos husos horarios diferentes, uno en la subesfera ubicada a las 12 horas, que marca la hora local mediante números romanos, y otro en la subesfera de las 6 horas, que muestra una hora lejana en cifras arábigas. Además, ambas esferas son independientes y garantizan la máxima precisión en la medición del tiempo.
Este diseño permite que el reloj funcione en dos modos: puede indicar la misma hora en ambas subesferas o mostrar dos horas diferentes, incluso ajustándose a husos horarios desfasados en intervalos de 15, 30 o 45 minutos. Esta versatilidad lo convierte en una pieza excepcionalmente útil para viajeros y aquellos que requieren gestionar múltiples zonas horarias.
Proeza técnica
En términos técnicos, el Double Tourbillon está equipado con el calibre A&S8513, un movimiento de doble tren de engranajes, dos barriletes y dos coronas, que permite un control independiente de los dos husos horarios. El cristal de zafiro abombado protege los dos tourbillones, que están conectados a un puente tridimensional esqueletizado de oro blanco, logrando una estructura visualmente impactante.
Los acabados incluyen la decoración Côtes de Genève, perlado en la platina, y pulido de los puentes del tourbillon en oro blanco. Cada detalle refleja la dedicación de Arnold & Son para ofrecer no solo precisión técnica, sino también un nivel de excelencia estética inigualable.