Peyrelongue, the king of jewellers
Peyrelongue chronos es uno de los referents de lujo en México. Luis Peyrelongue, nieto de Hervé, llegó a nuestro país en la década de los sesenta. Ofrece hoy en día una amplia variedad de piezas de joyería, no sólo las que ofrecen bajo su propio sello, sino también de importantes marcas como Damiani, Messika o Roberto Coin.
Avenida Masaryk, nuestra falamante Fifth Avenue, no sería la misma sin el emblemático edificio que hace esquina con Edgar Allan Poe. Poética coinicidencia que también nos remonta a la aventura romántica de un francés, de apellido Peyrelongue, que cruzó el Atlántico para probar fortuna en tierras aztecas.
Los orígenes ancestrales de Luis Peyrelongue
Éstos se pueden rastrear hasta mediados del siglo XVII. A riesgo de equivocarnos, el ancestro más antiguo de Luis fue Arnaud, nacido en Broustingues, en la Aquitania Francesa a mediados del siglo XVII. Dominique, hijo de Arnaud y cirujano de mar de profesión, cambiaría su domicilio a Bordeaux, y a su vez tendría como descendiente a uno de los personajes más prestigiosos de su linaje, Pierre Peyrelongue, quien ostentaba el rimbombante cargo de alguacil en el Tribunal de Ayudas de Guyana y agente del Reino en la administración de las Granjas del Rey.
Se sabe que Hervé Peyrelongue seleccionaba personalmente las piedras preciosas que utilizaría para realizar sus propios diseños.
-Alejandro Estrada para Intemporelle
La historia mexicana
Comienza con Hervé, uno de los cuatro hijos de Marie Joseph Peyrelongue, quien migraría a nuestro país en la década de los sesenta y comenzaría a trabajar en La Perla, una de las joyerías más prestigiosas y representativas de la época. Al poco tiempo, sería él quien abriría una sucursal de dicha joyería en la calle de Amberes, en la Zona Rosa, y que la acabaría adquiriendo en el año 1969. Por ello, tomó la decisión de cambiarle el nombre a la joyería, bautizándola con su apellido. Así como trabajar con joyeros mexicanos.
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