En la tradición, excelencia y las características dadas por su lugar de origen, los caminos de Girard-Perregaux y el viñedo Château Latour se cruzan y reconocen sin cuestionamiento alguno.
Mientras que la firma relojera ha extraído su inspiración y savoir-faire de la ciudad de La Chaux-de-Fonds desde 1847 -actualmente nombrada patrimonio mundial de la UNESCO-, Château Latour y sus creaciones presumen el terroir de las manos y clima excepcionales de la legendaria región vinícola de Médoc, situada a 50 kilómetros al noroeste de Bordeaux o Burdeos. Parte del encanto de su suelo se debe a la capa de piedras de río que contribuyen con el proceso de fotosíntesis en los viñedos y almacenamiento de luz solar.
Saber hacer y terroir
De esta hermosa característica, Girard-Perregaux recogió la idea de una edición limitada de 18 piezas con dichas piedras como protagonistas de la esfera. Cada una de ellas es trabajada meticulosamente por manos expertas. Primero se reduce a un delicado espesor de 0.45 milímetros y posteriormente se monta sobre una base fina de latón. El resultado, por la cualidades inherentes de cada piedra, es único y toma alrededor de 30 horas de arduo trabajo.
Además, se combina armoniosamente con el resto de los elementos del reloj. Por ejemplo, la caja de oro rosa y los índices y agujas doradas con forma de hoja, que logran resaltar las vetas amarillas y profundidad de la piedra.
Otras características importantes del Girard-Perregaux 1966 Château Latour son su diámetro de 40 milímetros, el fondo de caja de cristal de zafiro con el logotipo del viñedo y, por supuesto, su mecánica. Ésta se constituye por un calibre mecánico de cuerda automática, de manufactura propia y reserva de marcha de 46 horas. El conjunto se complementa con una correa de piel de aligátor con hebilla de oro rosa.
Sobre Château Latour
El viñedo está situado en la región vinícola de Médoc, al noroeste de Burdeos, donde comenzó la leyenda de los vinos de Burdeos. El terruño privilegiado de ka casa, l’Enclos, mira al estuario del río Gironde que, a lo largo de muchos siglos, le ha dado al viñedo su complejidad geológica y, diariamente, un clima templado. Sus tierras están plantadas con un 76% de uva Cabernet Sauvignon, 22% Merlot y 2% Petit Verdot. Desde 1993 se encuentra a cargo de François Pinault y las 95 hectáreas de la propiedad están administradas por Frédéric Engerer y su equipo.
Hace tres décadas, Chopard desató un tornado de independencia, modernidad y libertad con el nacimiento del Happy Sport Oval. Hoy, este ícono relojero se renueva en el modelo Happy Sport Oval, una obra maestra que combina la artesanía relojera y joyera en una danza de lujo y feminidad. En un vibrante rojo, esta creación es una celebración de la libertad de movimiento y la expresión individual.
En 1993, Caroline Scheufele, copresidenta de Chopard, desafió las convenciones de la relojería femenina al concebir el Happy Sport. Fusionando acero y diamantes de manera audaz, este reloj deportivo se convirtió rápidamente en un emblema de la marca y de la relojería femenina.
Happy Sport Oval adopta una forma ovalada, ligera y femenina, destacando la elegancia de las líneas contorneadas. Inspirado en la tradición y la eternidad del óvalo, el diseño ofrece distinción y delicadeza al reloj y a la muñeca. Los siete diamantes móviles ejecutan una danza alegre sobre una esfera de nácar rojo, creando un espectáculo de reflejos femeninos.
Comprometida con la sostenibilidad, Chopard utiliza Lucent Steel™ y oro ético rosa de 18 quilates en el Happy Sport Oval. Lucent Steel™, con al menos un 80% de reciclaje, es exclusivo de Chopard, siendo más resistente y dermocompatible que los aceros convencionales. El oro utilizado es 100% ético, demostrando el compromiso de Chopard con un lujo más sostenible.
Movimiento de manufactura
El Happy Sport Oval alberga el movimiento automático Chopard 09.01-C, diseñado especialmente para cajas femeninas. Este lema “tenerlo todo y no renunciar a nada” se refleja en un reloj que equilibra la feminidad y la técnica, la preciosidad y la relajación. La integración de los centros de excelencia de Chopard se manifiesta en esta creación, testigo de la grandeza de la relojería y la joyería en un solo espacio.
Happy Sport Oval reafirma la posición de Chopard como líder en la relojería y joyería femenina. Con audacia en el diseño y responsabilidad en los materiales, Chopard continúa su legado de creatividad, innovación y compromiso con un mundo más razonable. Este reloj ovalado es mucho más que un accesorio; es una expresión de la esencia misma de Happy Sport.
Detalles técnicos
Caja
Lucent Steel™
Diámetro total 31.31 x 29 mm
Grosor 10,77 mm
Sumergible a 30 metros
Corona facetada de oro ético rosa de 18 quilates
Engastada con un rubí 5 mm
Cabujones facetados de oro ético rosa de 18 quilates
Bisel de oro ético rosa de 18 quilates pulido o engastado con diamantes
Cristal de zafiro anti reflectante
Fondo abierto atornillado con el logo Happy Sport
Movimiento:
Movimiento mecánico de carga automática Chopard 09.01-C
Número de componentes 148
Diámetro total 20,40 mm
Grosor 3,65 mm
Número de piedras 27 rubís
Frecuencia 25’200 A/h (3.5 Hz)
Reserva de la marcha 42 horas
Esfera y agujas:
Esfera roja de nácar
Calcos blancos
Siete diamantes móviles
Números romanos e índices dorados
Agujas de las horas y de los minutos doradas y cónicas
Segundero de bastón dorado
Funciones:
Horas, minutos y segundos
Correa y hebilla:
Correa de cuerdo de aligátor rojo brillante
Hebilla de Lucent Steel™
Por lo tanto. entonces. En segundo lugar. Por lo mismo. Y. Entonces. Luego, Entonces. Además. En tercer lugar. Por lo tanto. Por lo tanto. entonces. En segundo lugar. Por lo mismo. Y. Entonces. Luego, Entonces. Además. En tercer lugar. Por lo tanto.
Una esfera en donde el tiempo baila, donde los colores y el folklore se mezcla con la alta relojería. Arceau Belles du Mexique, de Hermès rinde homenaje a los hombres y mujeres que perpetúan la tradición del jarabe tapatío, el baile mexicano del sombrero. Una edición limitada numerada a 12 ejemplares.
Jalisco, un estado centro de México recibe a los bailarines del jarabe. Los bailarines, que se distinguen por su casi o relativa inmovilidad del tronco superior, montan con sus pies una coreografía vistosísima.
El reloj Arceau Belles du Mexique presenta a los bailarines del Jarabe Tapatío vistos desde arriba. Hermès como un auténtico relojero coreógrafo ha puesto a bailar a cada una de las figurillas. Pues siete de ellos se mueven al son de las horas. Cada uno de ellos es confeccionado completamente a mano El círculo es acompañado por el destello de 23 diamantes que danzan con las horas y los minutos. Mientras que la caja cuenta con 83 diamantes engastados.
LA MONTRE HERMèS. Making og GVA cadran.
Arceau Belles du Mexique
Cadran en peinture miniature
Neuchâtel, 08.10.2023
Photo David Marchon
Detalles técnicos
Cuenta con un movimiento de manufactura Hermès H1912 Mecánico de cuerda automática, fabricado en Suiza.
Diámetro: 23,90 mm Grosor: 3,7 mm Reserva de marcha: 50 horas Frecuencia: 28.800 alternancias por hora (4 Hz) Funciones: Horas, minutos
CAJA Redonda, diámetro: 38 mm Materiales: Oro blanco, bisel con 82 diamantes engastados Cristal y fondo de zafiro antirreflejos Estanqueidad: 3 bar
LA MONTRE HERMèS. Photo David MarchonLA MONTRE HERMèS. Making og GVA cadran. 08.10.2023 Photo David Marchon
ESFERA Esfera con pintura miniatura, 7 apliques centrales móviles que giran sobre sí mismos. Disco con 23 diamantes engastados CORREA Aligátor liso naranja Aligátor liso frambuesa
Por lo tanto. Entonces.Por lo tanto. En segundo lugar. Después.
Junto al Marylebone Cricket Club (MCC), Oris presenta una nueva edición limitada del Big Crown Pointer Date -confeccionada en bronce-, la cual simboliza los proyectos comunitarios de la misión Change for the Better (Cambio Hacia lo Mejor) de la firma de Hölstein.
El nombre de esta nueva edición, Father Time o Padre Tiempo, corresponde también al de la veleta ubicada en la parte superior de la torre del reloj en el Lord’s Cricket Ground de Londres. Este objeto indica uno de los muchos factores que afectan las decisiones de los jugadores de este deporte durante un encuentro. Y más que eso, se trata también de una de las imágenes más icónicas del críquet mundial y un símbolo del espíritu del juego.
Oris es orgulloso socio del MCC, el club de críquet más activo del mundo y propietario del Lord’s, y el primer cronometrador oficial de este último. La visión compartida, la creencia apasionada de trabajar en beneficio de sus comunidades (locales y extranjeras), y su compromiso con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, impulsaron a Oris y MCC ha trabajar juntos en una pieza de relojería, la edición limitada Father Time.
Oris Big Crown Pointer Date Father Time Edition
El modelo, con 40 milímetros de diámetro y fundición en bronce sólido, celebra la historia de la veleta del Padre Tiempo, una figura de hierro fundido de casi metro y medio, inclinada sobre el muñón de críquet y que se dice vela por el paso del tiempo. Este relato tiene su origen en 1920 cuando sir Herbert Baker, el arquitecto de Lord´s Second Grand Stand, regaló la veleta en 1926 a los propietarios del campo, el Marylebone Cricket Club, para disculparse por la finalización tardía del proyecto de construcción.
Se cree que representa la Ley 12.3 de las Leyes del Cricket, en poder de MCC, que dice que “Después de la llamada del tiempo, el travesaño se retirará de ambos palos”. Esto señala el final del juego del día.
Este símbolo también se encuentra grabado en el fondo de caja de acero inoxidable del reloj, acompañado del número de edición limitada. El resto del modelo, como habíamos mencionado, es de bronce sólido, incluido el brazalete articulado – que puede sustituirse por una correa de piel sostenible marrón fabricada por Cervo Volante-, el bisel estriado y la corona.
En su dimensión mecánica, la pieza está acoplada con el calibre Oris 754 de carga automática, con función de fecha puntero indicada por una manecilla central con punta roja en forma de media luna. Su reserva de marcha es de 38 horas y es hermético hasta 50 metros de profundidad.
El SIAR nos trajo importantes ejecutivos, directivos o personalidades de primer nivel. Greta Elizondo, una de las bailarinas mexicanas más respetadas a nivel internacional y bailarina solista de la Compañía Nacional de Danza, no fue la excepción.
Greta Elizondo, no sólo es hoy un ícono de la danza en México. Desde hace algunos meses, destaca por ser amiga de la marca Longines en México. Su presencia en el booth de la firma relojera durante el SIAR en octubre fue la ocasión perfecta para sentarnos con ella y explorar distintas temáticas: desde sus inicios como bailarina, las exigencias de la profesión o los retos que le presenta aún el futuro.
Utilizando un Dolce Vita de Longines
WT: Me parece que el oficio al que te dedicas con mucho éxito es una profesión maravillosa pero también muy atípica. Aunque sé que desde muy pequeña te adentraste en el mundo del ballet y la danza, me gustaría que me contaras con tus propias palabras, ¿qué fue lo que te atrajo a la danza y en qué momento decidiste que era a lo que deseabas dedicar tu vida?
Greta Elizondo: Cuando era muy pequeña había ido a una que otra clase de ballet, pero no fue sino como hasta los ocho años, cuando ya era un poco más consciente de todo, que volví a tomar clases y comencé a entender que había una forma correcta de ejecutar los pasos. Gradualmente pude llevar a cabo las instrucciones de la maestra, hacer caso a sus correcciones y ver que eso me ayudaba a mejorar, a alcanzar ciertas metas. Así fue como comencé a enamorarme del proceso a la vez que mi cuerpo maduraba. El aprendizaje y la práctica me permitieron estructurar mi cuerpo para usarlo como medio de expresión a través de la danza.
Fue entonces, cuando tenía alrededor de ocho años, que participé en mi primera función interpretando a una princesa. De aquella función recuerdo cómo disfruté reaccionar de manera sumamente dramática al hechizo de la bailarina que hacía el papel de una bruja. Así es que ya desde niña era muy histriónica y sentía una gran atracción por el elemento dramático de la danza.
Si bien todo ese descubrimiento surgió a mis ocho años, a partir de aquella clase de ballet, no fue sino hasta dos años más tarde, mientras continuaba tomando clases de manera ininterrumpida y cuando ya había cumplido diez años de edad, que me di cuenta de que el ballet era de hecho una ocupación a la que podía dedicarme de manera profesional. Es decir, en aquel momento fue cuando supe que bailar era lo que quería hacer con mi vida. A partir de aquel momento ya no hubo vuelta de hoja.
WT: Se dice que las verdaderas pasiones en los seres humanos se manifiestan entre los ocho y los diez años. Este fue también tu caso, entonces…
GE: Sí, aunque también debo aclarar que en el caso del ballet se debe tomar en cuenta el factor de la madurez física que es necesaria para practicarlo. O en otras palabras, se debe comenzar a los 11 años, a más tardar, debido a que es a esa edad cuando hay que empezar a estirar los músculos y hacer ciertas alteraciones físicas/óseas que solamente se pueden conseguir comenzando muy joven. Greta Elizondo.
Si un ortopedista viera una radiografía de mis pies, diría que tengo dos fisuras en cada uno de ellos. Pero en realidad no es así, lo que pasa es que mis huesos simplemente se han acomodado de una manera distinta a la norma para hacer posible que practique ballet. En resumen, para poder ser bailarina el cuerpo tiene que comenzar a ser moldeado desde muy niña.
Estoy de acuerdo con que se trata de una pasión que nace a esa edad. Sin embargo, por lo menos en el caso del ballet, se trata de una pasión que necesariamente se debe comenzar a desarrollar en ese momento. Simplemente es así, no hay otra forma de hacerlo.
Pausa para no aburrir.
WT: ¿Cómo explicarías, en tus propias palabras, en qué consiste la idea del cuerpo como medio o instrumento de expresión?
GE: Me parece que cualquier ser humano, bailarín o no, tiene la capacidad de entender o intuir a simple vista lo que le pasa a otro ser humano. En ese sentido, cualquier persona, sin importar que domine o no la disciplina del ballet, es capaz de comunicar emoción, estados de ánimo, sentimientos, o como se le quiera llamar, a través de su cuerpo. Basta fijarse en una postura encorvada, cabizbaja, de hombros caídos y movimientos letárgicos, o, por el contrario, en la energía que emana de un pecho erguido o de un andar ligero —también en la forma de hablar, de mirar o rehuir la mirada— para darse cuenta del estado de ánimo de alguien.
Una bailarina o bailarín de ballet simplemente lo lleva a un nivel expresivo más poético (artístico), en busca de una intención distinta capaz de sublimar; apoyándose, por supuesto, en la coreografía y la música. Como bailarina, mi trabajo ha consistido en desarrollar esa habilidad a través de la disciplina para, eventualmente, ser capaz de controlar mi cuerpo de tal modo que se convierta en algo así como una hoja o lienzo en blanco que me permita expresarlo todo, incluso lo que estoy pensando.
Recuerdo una ocasión en la que me encontraba en ensayos de preparación para un ballet que era artísticamente muy complicado, cuando el coreógrafo se me acercó para decirme que estaba “haciendo mucho con mi cara”. Al preguntarle qué otra cosa podía hacer en cambio, me sugirió hacer menos, dejar mi mente en blanco y depositar mi atención en las personas a mi alrededor, dentro de la obra. Aquella sugerencia me ha ayudado desde entonces a, de algún modo, hacerme transparente y poder proyectar lo que estoy sintiendo yo o mi personaje. Así de simple.
WT: ¿Llegaste a imaginar que te convertirías en un referente del ballet en México?
GE: No, para nada, nunca se me hubiera ocurrido. Por supuesto, uno se traza ciertas metas y con el paso de los años se dedica de lleno a lograrlas. Pero siempre enfocándose en ellas sin andar volteando atrás para contemplar el cúmulo de todo lo ocurrido mientras tanto. Por lo menos a mí así me pasa, es decir, me enfoco por completo en lo que tengo en frente, en lo que debo hacer. No es hasta que se vuelve totalmente necesario hacer una pausa para respirar hondo, cuando una aprovecha para reflexionar sobre todo lo acontecido y lo logrado desde una vista mucho más panorámica de mi trayectoria.
De niña lo único que deseaba era bailar, convertirme en una bailarina profesional de ballet. La verdad es que el día más feliz de toda mi carrera fue cuando me contrataron en la Compañía [Nacional de Danza]. Antes de conseguirlo, fui aprendiz durante todo un año, muchas veces fungiendo como la suplente de la suplente de la suplente. Y por eso, cuando llegó el día en el que por fin me contrataron, me puse a llorar de emoción. No supe exactamente cómo fue que ocurrió, pero por fin había conseguido ser aceptada en la Compañía.
¡No lo podía creer! A partir de ese hito en mi carrera, el siguiente objetivo fue intentar convertirme en parte del primer elenco del cuerpo de baile. Y, por una u otra razón, resultó que avancé muy rápido y he tenido el privilegio de interpretar papeles que ni en sueños pensé que podría llegar a conseguir. Por mucho tiempo, por ejemplo, había admirado desde lejos al personaje de Carmen sin que jamás se me hubiera ocurrido que algún día sería yo quien lo encarnaría. Así fue como de repente me encontré interpretándola en el escenario, mientras me preguntaba ¡qué hacía yo ahí, en qué momento ocurrió que me convertí en ella!
WT: ¿Y siguen habiendo metas por alcanzar, personajes que aún no has tenido la oportunidad de interpretar?
GE: Sí, claro, todavía hay papeles que no he interpretado. Un aspecto hermoso de la danza —y me imagino que ocurre en las demás artes escénicas— es que se vale interpretar a un personaje más de una vez y nunca será igual que la vez anterior. Hace unos meses tuve la oportunidad de encarnar a Giselle, y probablemente vuelva a interpretarla algunas veces más en temporadas futuras. Es imposible encarnar un papel exactamente igual que la primera vez. En la medida en la que una no es la misma persona ahora que hace apenas unos meses, y ya no digamos años, los personajes tampoco serán los mismos y evolucionarán al también ser beneficiarios de aquellas nuevas experiencias que nos transforman individual y colectivamente.
Aún me encuentro en una etapa de mi carrera en la que todavía quedan algunos papeles (no muchos) que interpretar por primera vez. Sin embargo, aunque es inevitable que eventualmente comience a volver a los mismos personajes, lo maravilloso es saber que siempre habrá en ellos territorio fértil por descubrir y compartir con el público.
WT: ¿Qué me puedes contar sobre tu experiencia hasta ahora como amiga de marca de Longines, a nivel personal pero también en lo referente a cómo ha informado tu comprensión de la industria de los artículos de lujo y, en particular, de la relojería?
GE: Ha sido una experiencia muy interesante. Ya había colaborado con otras marcas de lujo pero nunca con una de relojes. Como todo lo que me pasa en la vida lo devuelvo al arte y al ballet, el tema de la precisión que requieren los relojes me ha parecido particularmente fascinante para establecer conexiones con mi profesión. Por otro lado, soy amante de los procesos y me ha encantado el aspecto de la publicidad, las fotos, las tiendas y demás iniciativas que la marca debe necesariamente establecer. Me encantan los procesos de todo tipo y conocerlos a fondo; averiguar, por ejemplo, por qué colocan los relojes en ciertas vitrinas y no en otras.
También tuve la oportunidad de visitar la manufactura de Longines en Suiza y aprender sobre la historia de la marca. Me encanta, por ejemplo, que la marca haya establecido una relación tan estrecha con el deporte o que todo gire en torno a la precisión, a la capacidad de poder ofrecer en cualquier momento la hora exacta. Es en este punto en donde he podido establecer una clara conexión con el ballet. Uno de los aspectos tan complicados del ballet es la exactitud, ejecutar los pasos en el momento preciso, no tienes un segundo más o un segundo menos. Me parece hermoso poder darse cuenta de que existe una conexión tan esencial entre dos mundos aparentemente muy diferentes.
Otra grata sorpresa que ha resultado de visitar la sede de Longines en Suiza y conocer a fondo la historia de la marca, ha sido tener la oportunidad de apreciar el talento, la pasión y el compromiso de todos los individuos involucrados en la creación de los relojes. Ahí me enteré de que la mayoría de las personas que conforman los diferentes equipos de trabajo han dedicado una buena parte de su vida al perfeccionamiento de su oficio; que trabajan para Longines porque les fascina y apasiona lo que hacen. Me parece que no hay nada más hermoso en la vida que la gente se dedique a lo que verdaderamente le gusta. Porque significa que de verdad están dispuestos a invertir cien por ciento de su esfuerzo en ello.
Como en el ballet, en Longines he podido observar que la precisión, la perfección y la belleza dependen de un equipo de trabajo que debe colaborar como una maquinaria sumamente refinada. Y es que para convertir lo aparentemente imposible en posible, se requiere aquel tipo de talento, compromiso y esfuerzo dignos de aquella verdadera pasión a la que te referiste al comienzo de la entrevista, que aparece y florece para colmar el alma de una niña o niño de diez años.
Al igual que el ballet, el equipo de Longines se esmera para que conseguir un resultado elegante y aparentemente simple —pero sumamente emotivo— que funciona sin complicaciones a pesar de lo complejo que fue convertirlo realidad. Se trata de un proceso creativo a final de cuentas, cuya ejecución requiere necesariamente de un dominio total de las herramientas propias del oficio.
En el ballet, el talento no sirve de nada sin el esfuerzo. Alguna vez escuché a alguien decir que los bailarines trabajamos como jornaleros para poder bailar como ángeles. Me parece que lo mismo es verdad para la relojería de alta gama. En ambos casos, la maestría técnica es esencial y debe verse reflejada en todo, ya sea pequeño o grande. Una bailarina que no entrenó consistente y concienzudamente por al menos ocho años jamás será capaz de desarrollar plenamente su potencial sin importar el talento que tenga. En la sede de Longines en Suiza, el talento y la maestría técnica son evidentes a primera vista. Y, al igual que en el ballet, cada miembro del elenco de relojeros tiene un papel específico e igualmente importante que cumplir. Se trata de algo que vale la pena admirar en la relojería, en el ballet y en cualquier aspecto de la vida.
Pero bueno, yo todo lo comparo con la danza. No me queda de otra porque soy bailarina [risas].
En 2023, Seiko 5 Sports celebró su 55 aniversario con un lanzamiento de edición limitada dedicado a uno de sus usuarios más famosos. Sí, la colección, que fue introducida en 1968 y es conocida por ofrecer piezas de gran resistencia y fiabilidad, celebra la vida y obra del actor y artista marcial hongkonés-estadounidense Bruce Lee.
Nacido en San Francisco en 1940 bajo el nombre de Lee Jun-fan, a Bruce se le reconoce principalmente por la creación del Jeet Kune Do o “el camino del puño interceptante”. Éste es un arte marcial híbrido que combina diferentes filosofías y que para muchos sentó las bases de lo que ahora conocemos como las artes marciales mixtas o MMA. Su ascenso a la fama llegó con el papel de Kato en la serie The Green Hornet y con el éxito de la cinta The Big Boss (1971). Dos años más tarde, Lee murió trágicamente de un accidente cerebral a los 32 años, poco después de haber concluido la cinta Enter the Dragon (1973).
Seiko 5 Sports Bruce Lee Limited Edition
La nueva edición Seiko 5 Sports conmemora sus numerosos logros como artista marcial, actor e ícono cultural, con una esfera que muestra la imagen de un dragón que Lee dibujó en vida. Además, el bisel presume caracteres que representan el espíritu del Jeet Kune Do con una frase que se traduce como “No usar ninguna manera como manera; no tener ninguna limitación como limitación”.
Otros detalles importantes son la correa de cuero negro con costuras doradas que evoca el tipo de ropa utilizada en el Kung Fu, y cuyo interior presenta el mismo diseño de dragón que adorna la esfera. Además, esta correa se puede reemplazar por una opción de textil (incluída) con la combinación de amarillo y negro del conjunto deportivo que Lee inmortalizó.
En su dimensión mecánica, el modelo está acoplado con el calibre 4R36 con 41 horas de reserva de marcha. Este movimiento está resguardado por una caja de 42.5 milímetros de diámetro en acero inoxidable con recubrimiento negro. El reverso transparente presume un grabado con el símbolo central del Jeet Kune Do, basado a su vez en el ying-yang.
Amamos los diamantes (y todo lo que brille), por eso creamos esta Sparkling Gift Guide con joyas, relojes y accesorios de Chopard, curados especialmente para ti.
Esta guía de regalos es especial para los gustos exquisitos y las amantes de la joyería o relojería. Y obvio también hay bolsos, porque esos, indistintamente, todas los amamos.
L’Heure du Diamant, es probablemente, una de las colecciones más icónicas de Chopard. La perfecta mezcla entre la creación contemporánea y el resplandor eterno del diamante. En oro ético blanco, diamantes y piedras preciosas en colores deslumbrantes.
Happy Spirit es otra de las colecciones que no pueden faltar en tu joyero. Los clásicos diamantes móviles al centro son el espíritu de este collar. Igualmente en oro ético de 18k y diamantes.
Una edición limitada y numerada a tan sólo 8 piezas. En oro ético de 18k y un engastado completo de diamantes. A las 12 horas encontramos una delicada flor que indica sutilmente los minutos. El diseño ha sido pintado a mano por los artesanos decoradores de la Maison.
Por último, pero no menos importante, los accesorios. Es que todas agradeceremos un bolso como regalo de navidad. Para nuestra Sparkling Gift Guide, hemos seleccionado los siguientes bolsos:
Bolso cabás « Diamond » cuyo diseño está inspirado en las facetas de un diamante, de cuero de becerro graneado negro. Bandolera desmontable. Acabados en oro envejecido.Ref. 95000-1230. Bolso cubo « Gem » en forma de bolsa de lujo, de cuero de becerro graneado negro. Bandolera desmontable con trenzado de corazones de cuero. Acabados en oro envejecido.Ref. 95000-1245.
9 de noviembre del 2023. Acabamos de conocer a los ganadores de 2023 del Grand Prix d’Horlogerie de Genève (GPHG). En el Théâtre du Léman en Ginebra se celebró una ceremonia de premiación muy esperada con entusiasmo tanto por los actores de la industria como por los entusiastas de la relojería al rededor del mundo.
Bajo la presidencia de Nick Foulkes, el jurado de 2023 y la Academia GPHG de 847 miembros honraron la excelencia y la creatividad contemporánea en la relojería otorgando 19 premios. Entre los premios se encuentra el prestigioso “Aiguille d’Or” Grand Prix, que fue para Audemars Piguet por el reloj Code 11.59 by Audemars Piguet Ultra-Complication Universelle RD#4.
El Premio Especial del Jurado, que reconoce a una personalidad destacada o institución en el mundo de la relojería, ha sido otorgado a Svend Andersen y Vincent Calabrese, por la creación de la AHCI.
Las marcas Bovet 1822, Bulgari, Christopher Ward, Dior Montres, Ferdinand Berthoud, Hautlence, L’Epée 1839. Laurent Ferrier, Maison Alcée, Petermann Bédat, Piaget, Raymond Weil, Simon Brette, Tudor, Ulysse Nardin y Voutilainen también recibieron premios del Jurado y la Academia.
La lista de galardonados de relojes femeninos durante el Grand Prix D’horlogerie de Genève es:
Ladies’ Watch Prize: Piaget, Hidden Treasures
Ladies’ Complication Watch Prize: Dior Montres, Grand Soir Automate Etoile de Monsieur Dior
Todo está listo para la próxima edición del SIAR (Salón Internacional Alta Relojería) 2023. Las fechas han sido ya definidas, y el lugar será de nueva cuenta el interior del hotel St Regis. Del próximo martes 17 al jueves 19 de octubre, más de 40 marcas relojeras se darán cita para presentar al público sus novedades.
Como todos los años, durante el SIAR veremos parte de su colección regular, destacando las novedades de este año, así como algunas piezas de excepción, como ha sido regla. Y es que parte de los lanzamientos que regularmente vemos en este contexto incluye la presentación de ediciones especiales dedicadas en específico al mercado mexicano.
Los expositores
Vale recordar que el gigante del lujo, Richemont Group, es un asiduo a este momento del año. Por tal motivo, tendremos la oportunidad de ver modelos de marcas como Baume & Mercier, IWC Shaffhausen, Jaeger-LeCoultre, Panerai, Piaget y Vacheron Constantin. Lo mismo en el caso de LVHM, que mostrará piezas de Bvlgari, Hublot y Zenith.
Algunos highlights importantes: el regreso de Tudor, el debut de Longines, y la presencia de algunos nuevos independientes, como Gérald Charles, y la gama de relojes de Leica.
Sin duda, uno de los momentos más esperados será la presencia de Biver Watches, proyecto encabezado por la leyenda de la relojería Jean-Claude Biver, y su hijo Pierre.
Pero no olvidemos la presencia de uno de los grandes fenómenos de la industria, Jacob & Co, que ha logrado posicionarse excepcionalmente en el mundo entero. También veremos a otros de los recurrentes, como Girard-Perregaux, Arnold & Son, Grand Seiko, Bovet o Ulysse Nardin. Tampoco olvidemos la presencia de Cuervo y Sobrinos, el rey de los relojes con acento latino, o la presencia del fenómeno ruso, Konstantin Chaykin.
Y si lo que deseas es obtener cajas de remontaje, siempre estará la opción de Buben & Zorweg o Wolf.
Rado, la firma relojera, ha colaborado con Great Gardens of the World para lanzar una colección inspirada en tres maravillas naturales. Elementos del mundo orgánico impulsaron la creatividad de tres talentosos diseñadores. Se trata de la última serie de esta colaboración llena de diseño.
Chapter 8 (Lulu lelo)
Lulu lelo, el primer reloj de esta última serie. Inspirado en la palmera Loulu lelo, y sus formas geométricas naturales. Combina una caja pulida de color negro con una esfera a juego. El diseño de la esfera, protegida por un cristal de zafiro en forma de caja con revestimiento antirreflejo en ambas caras. El logotipo de Rado de color dorado metalizado añade un elegante toque.
En segundo lugar, el capítulo 9 de la colaboración con Great Gardens of the World está inspirado en la Araucaria, una conífera con una forma de estrella. Si viéramos esta conífera este arriba la veríamos como la forma que se dibuja en el reloj. Además, la caja de cerámica es de alta tecnología en color blanco. La esfera de nácar de color blanco presenta un grabado que recuerda la original y alegre silueta de las hojas de este raro árbol chileno.
Chapter 10 (Árbol dragón)
Por último, el capítulo 10 cuenta con una caja de cerámica de plasma de alta tecnología con diseño monobloque. La esfera es una espléndida creación bicapa, con una placa inferior de color oro rosa. Las formas orgánicas que se dibujan nos recuerdan a las ramas cautivadoras y estrechamente entrelazadas del árbol dragón yemení.
Los relojes Chapter 8, 9 y 10 de esta nueva línea de productos Rado Great Gardens of the World están disponibles de forma individual o en forma de trío en un estuche de coleccionista de edición especial, limitado a 99 unidades.